Gracias al CPU bien uno puede almacenar toda clase de información, archivos y programas; si bien esto está explicado de la manera más sencilla, vale decir que no todos los procesadores son similares, a lo largo de los años han ido evolucionando y por eso te presentamos algunos de los más relevantes en el transcurso de tiempo.
Comencemos por el Pentium II, un procesador que ha tenido una gran popularidad a lo largo de la segunda mitad de los 90, época en la que se comenzó a volver masivo el uso de computadoras en casa, actualmente son casi inexistentes debido al rápido avance tecnológico pero vale chequearlo. La Pentium II posee una velocidad máxima de 1 Ghz, teniendo además una memoria caché de 128 KB. Su frecuencia va entre los 162 a 450 Mhz y la velocidad del bus era de 66 Mhz mientras que la memoria caché era de 32 KB. Obviamente todo estos datos son un promedio aproximado que ronda las cifras máximas.
Luego, llegarían nuevas Pentium, pasándonos directamente a la Intel Pentium IV, un gran avance considerado como procesador de séptima generación. Este procesador trabaja con una velocidad que oscila entre los 1.3 Ghz a los 3.8, habiendo un total de cinco versiones disponibles: Willamette, Northwood, Gallatin, Prescott y la Cedar Mill, sacadas a la venta justo en ese orden. Cada una de ellas posee sus diversas características, siendo la Prescott el que podía llegar a poseer un caché de hasta 2 MB, teniendo una velocidad de 2.6 Ghz. El Cedar Mill, vale decir, esta basado directamente en lo fue el Prescott.
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